The Rings of Power — “precuela” de El señor de los anillos— finalizó su segunda temporada tras una entrega de ocho episodios, la serie se enfocó en la creación de los nueve anillos destinados a los reinos de los hombres. El cierre de temporada estuvo repleto de sentimientos amargos. Relució que las fracturas de las distintas historias pesan, pero, ¿tanto como para hundirla? Aquí nos detenemos a considerar qué tanto futuro se vislumbra tras los distintos caminos que se abren.
The Rings of Power brilló por la épica narrativa que se aúna a la excelencia de cada detalle fílmico de la serie, si bien, poco esperaban los seguidores más acérrimos de Peter Jackson, TRoP resultó una delicada y pulcra entrega. Definitivamente, el brillo y la oscuridad de los efectos de cada escenario resultan abrumadores y en un buen sentido. La Tierra Media de Tolkien llegó para responder a otros tiempos —tanto dentro de la serie como fuera de ella—, y es un éxito “pese” a tener una Héroe mujer como nos detuvimos a mencionar aquí: Todos odian The Rings of Power, y no por ser progre, sino simplemente porque el héroe es mujer.
El brillo de la puesta en escena y del elenco nos permitió construir a los personajes en capas. La heroicidad de Galadriel peca de bastante ego, la maldad de Sauron va de la manipulación hasta la fijación, la lucidez de Elrond se empaña de amor y sabiduría, las decisiones de Durin encarnan afecto y deber, cada uno de los personajes está formado desde las propias incongruencias de la sensibilidad humana y todo ello amalgama diferentes caos inevitables.
La segunda temporada de The Rings of Power nos demostró que la esencia de la épica sigue viva en plena era capitalista, ye incluso, que quizá nada se pareció más a la gloria feudal con sus guerras y amores, que el hoy, por momentos, tan absurdo e incongruente.
¡Pese a todo pronóstico, TRoP se eleva!
The Rings of Power, la caída como principio — ¿En qué terminó la segunda temporada?
The Rings of Power terminó cada una de sus líneas argumentales, que entre malabares y vistazos veloces (especialmente refiriéndonos a las pelosas, a Gandalf, Arondir el Isuldir) logró “balancear”.
Nori y Gandalf se separan, ahora el mago tendrá que aprender a ser propiamente uno, por su parte, Poppy encontró el amor y quizá Nori un grupo a quién guiar. Por otro lado, la reina de Númenor ha caído y el capitán podría buscar un nuevo lugar para asentarse, la colonia de Númenor en la Tierra Media resultaría ideal, también para el mismo destino monárquico de Isildur y su estirpe. Mientras el capitán huye, Isildur regresa a casa.
Las montañas de Khaza Dum verán una especie de guerra civil, Durin tendrá que pelear por su trono mientras la bestia duerme en el fondo de su montaña. Por otro lado, el ejército élfico parece desmoralizado pero lúcido, veremos las flechas en la siguiente temporada.
Una nueva temporada podría comenzar en un escenario exageradamente caótico. Y bueno, eso es justo lo que necesita una historia.
¿Más lento que una tortuga? ¿Qué esperar de una nueva temporada?
Parece que, originalmente, en la historia original de Tolkien, los eventos del forjamiento de los anillos llevó alrededor de 300 años, así que, si no te gustó la delicada y fragmentada puesta en escena de The Rings of Power por eso, te sugiero que lo pienses de nuevo, porque parece que apresuraron mucho a Celebrimbor.
La fragmentación de la serie que respondía a diferentes líneas argumentativas tuvo que balancear las historias y en vista de que la entrega se enfocó en los villanos, tanto Sauron como Adar adquirieron un protagonismo particular, ello provocó que viéramos menos a los héroes que no tenían contacto directo con Sauron, por ejemplo.
De esta forma, los pasos que se dieron en sus historias (la de Gandalf) fueron pocos, ya que se priorizó la gestión y rendimiento del mal, con esto en cuenta, todo resultó “lento” en la proyección general de la historia. La Tierra Media no entró en una gran guerra, pero no por ello dejó de haber movimiento y acción, la propia caída de Eregion debería bastar, al igual que el colapso de las montañas de Durin.
The Rings of Power no fue propiamente lenta, lo que la hace parecer así son los malabares de las narrativas que se apoyan para sostener la historia. Recordemos que es la historia de la Tierra Media y de los anillos de poder, no es sólo Gandalf o Galadriel, en vista de ello, todas las acciones y personajes abonan a construir un camino hacia la batalla contra el mal.
Hacia el final de la temporada, Celembrimbor menosprecia la propia ideología de Sauron, al recordarle que, pese a que él piensa que los anillos le darán poder, es así desde la perspectiva de que él anhelará tanto poseerlos y dominarlo que llegará el punto en que sólo se deberá a ellos, los necesita para poder mantener su Imperio y la subyugación de todas las criaturas de la Tierra Media.
No hay belleza más grande, ni shock tan intenso, como saberlo esclavo de sus propios deseos. Sauron se ha convertido en el señor dominado por los anillos de poder: el señor de los anillos. Pese a que la caída de Eregion y de Celembrimbor fue fatal, sus últimas palabras junto a las lágrimas de Sauron también sellaron el destino de la Tierra Media y con un pronóstico favorable para nuestros héroes, aunque bien sabemos, esto apenas es el comienzo de todo.
Una tercera temporada podría elaborar el acercamiento de Sauron a los reinos humanos y la entrega de los nueve anillos, y quizá la corrupción de cada rey. Queda por saber cómo podría salir Durin airoso al tomar posesión de lo que parecía su reino inequívocamente, además de que vimos los anillos de los enanos aún en su castillo.
El camino de Gandalf apenas comienza y el de Nori parece lejano y brumoso. ¿Podría darnos guiños al asentamiento de Hobbiton? Por su parte, Elrond aceptó la ayuda de los anillos élficos, labrados por Celembrimbor, Galadriel y el Alto Rey tienen estrategias por planear con la idea de salvar a la Tierra Media de la oscuridad. Finalmente, el futuro de Isildur que se embarca hacia Númenor es completamente incierto.
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The Rings of Power es una delicia
No es sólo el elenco que realmente logró encarnar a los personajes, tampoco se limita a las líneas argumentales que fragmentan las frustraciones de cada movimiento de los héroes, sino que todo el trabajo de producción es bastante cuidado, lo que nos dio una maravillosa entrega llena de momentos inolvidables (la muerte del rey enano, la caminata de Sauron en medio del fuego del sitiado de Eregion que se desdibuja entre la ilusión de Celembrimbor).
Pese a que todos desean ver únicamente las adaptaciones de Peter Jackson y aunque el material de Tolkien siempre ha sido demasiado cuidado, The Rings of Power demostró que nuevas perspectivas pueden hacer relucir a la Tierra Media y que, traen una frescura única para presentar la oscuridad que abruma a nuestros queridos personajes.
No sean tóxicos y denle la oportunidad a la producción, a la heroina “vato” y a las deliciosas capas de maldad que se cocinan lento en The Rings of Power.
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