En estos días de nuevo se puso intensa la discusión sobre lo ‘progre’ en los videojuegos. Mientras a unos títulos los atacan sin piedad por tener muchos elementos de esta ideología, celebran a otros por no tener supuestamente nada de ella y ser ‘anti-progre’
Sin embargo en este último punto consideramos que le dan mucha más importancia. A tal grado que consideran que el éxito de estos depende totalmente de esta falta de política. Por eso aquí les decimos que no porque un juego sea anti-progre automáticamente se convierte en lo mejor que nos ha dado la industria.
Por qué la etiqueta de progre o anti-progre no significa tanto como piensas
Black Myth: Wukong es la imagen del movimiento anti-progre pero se les olvidan sus otros logros
Justo ahora Black Myth: Wukong es la imagen por así decirlo del movimiento anti-progre en los videojuegos. Esto debido a que nos presenta simplemente un juego de acción que no se mete para nada en ideologías. Aunado a esto, logró la impresionante cantidad de 10 millones de copias vendidas a tan sólo unos días de su estreno. Indudablemente hay interés por el juego.
Una visita a redes sociales te deja ver todos los memes que ya sacaron sobre esta situación. Hasta hacen comparaciones con Concord o muestran al protagonista sobre la tumba de Sweet Baby Inc. Esto y bastantes comentarios en la web nos deja ver un punto de vista preocupante por parte de algunos jugadores. Le atribuyen todo el éxito de Black Myth: Wukong a que sea anti-progre.
Lo malo de pensar así es que dejan de lado todos los logros que el juego del rey mono obtuvo por su cuenta. Como darnos impresionantes combates, un muy buen apartado gráfico y un título que se siente fresco en una época llena de remakes, remasters y secuelas.
Claro que tampoco está exento de fallas pues tiene varios errores de programación y una enorme cantidad de paredes invisibles que afectan su exploración. Es bueno pero no tanto para ya tener asegurado el GOTY. Mucho menos sólo por ser considerado anti-progre.
Esta discusión ya había pasado y justo este mismo año
Lo más curioso de la situación es que no es la primera vez que la vemos en este año. De hecho hubo una discusión muy similar cuando se estrenó Stellar Blade en 2024. Desde mucho antes de su salida los jugadores ya lo ponían como lo mejor del año simplemente por tener una protagonista ‘anti-progre’, muy femenina y con buen cuerpo.
Sin embargo su salida demostró lo contrario tanto del lado financiero como de la recepción del público y la crítica. Por más anti-progre que era, no se podían ocultar ciertas cosas. En lo que están de acuerdo quienes ya lo jugaron es en que tiene un sistema de combate entretenido y buenas gráficas, pero una historia regular. Además de que no presenta nada realmente nuevo para el género hack n slash.
Además en cuanto a unidades vendidas, lo último que reveló su estudio fue que llegaron al millón de copias en dos meses. Así que no fue tan exitoso a pesar de la falta de política. Stellar Blade está lejos de ser un juego malo, pero tampoco es el gran salvador de la industria que muchos lo llamaron simplemente por tener una protagonista anti-progre.
Le ponen tanta importancia a si un juego es muy anti-progre o progre que se olvidan de lo más importante
Claro que también tenemos múltiples ejemplos tanto a favor como en contra. Por ejemplo Elden Ring ganó el juego del año en 2022 cuando sí entraría en la categoría de anti-progre. En 2020 The Last of Us Part II, un juego que aún es controversial hasta hoy por todo lo progre que es, también fue un título muy premiado y considerado entre los mejores de la década.
Concord inmediatamente recibió el repudio de los gamers por el diseño de sus personajes ‘progres’ y ya vimos que resultó uno de los peores fracasos y decepciones de 2024. Claro que con él pudo influir el hecho de ser un juego como servicio, de costo y además en un género que está muy explotado en estos momentos.
A lo que vamos es que las etiquetas de progre y anti-progre no son suficientes para determinar el éxito de un juego ni deberían serlo. Por supuesto que eres libre de apoyar o no a juegos que incluyan esta ideología. Después de todo no es como que alguien te apunte con una pistola y te haga comprarlos. Pero te invitamos a que no sea la única vara con la que mides tu interés en ciertas experiencias.
Porque realmente caes en una paradoja, pues al darle tanto peso a lo anti-progre muestras que sí te interesa en exceso y que sólo te fijas en eso en lugar de otros elementos más importantes como la historia o la jugabilidad. ¿No se supone que los videojuegos son para jugar? ¿Desde cuándo son sobre las preferencias sexuales y las etnias de personajes ficticios?
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