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Kona II: Brume llegará a las consolas el 18 de octubre de 2023 de la mano de Parabole y Ravenscourt. El nuevo título pertenece a la saga de Kona, cuyo lanzamiento data de 2017. Es un survival horror de narrativa dura. Su serie enfoca una especie de misterio de novela negra: sigue a un detective en medio de un caos radiactivo. Las mecánicas y las graduaciones narrativas son interesantes y están pensadas para cualquier tipo de jugador (muy lector y no tan lector). Es un título que te lleva a un mundo frío, solitario y tenso. 

Kona II: Brume tiene una narrativa fuerte, una ambientación interesante que invita a la tensión y además cuenta con un trastocado de horror. También es considerado como survival horror y definitivamente no recordará a algunos de los títulos más clásicos del género. A continuación te comento todo lo que debes saber de la entrega. 

¿Cuál es la historia de Kona II: Brume?  

La historia toma lugar al norte de Quebec, Canadá –se recupera la narrativa de 1970 de la precuela–. En esta ocasión, William Hamilton, un poderoso industrialista en minería, comienza a sufrir las consecuencias de construir su “imperio” basado en la explotación de las tierras locales. Por supuesto, la gente está cansada, comienza a protestar y vandalizar su propiedad, tras esto, el veterano de guerra Carl Faubert (el jugador) es enviado por el gobierno como investigador de los hechos. 

Sin embargo, la sorpresa es que sólo llegará para encontrar el cadáver de Hamilton. Mientras continúa su investigación, las cosas se tornan extrañas, cuando una tormenta de nieve incesante “la bruma” se desata en la zona, esto ocasiona que la fauna local se altera volviéndose agresiva, sumado a esto, se descubren cuerpos totalmente congelados en un hielo irrompible, antes de perder la razón por completo, Faubert decide escapar hacia el lago Mishaau.

Sin embargo, al llegar ahí, luego de razonar las cosas, decide continuar con su búsqueda, pero su recepción de vuelta a tierra no es como lo esperaba. Tras navegar su pequeño bote motorizado hasta la orilla, descubre varios botes abandonados, y una silueta humana a la orilla, con una lámpara, a la que erróneamente decide hacer señas, lo que ocasiona que ésta le dispare. Faubert cae al agua y escapa antes de sufrir heridas, pero el frío del agua le deja débil. Después de nadar hasta la orilla y encontrar refugio temporal, está de vuelta y listo para completar su investigación.

Kona II: Brume es una entrega que se vertebra en una narrativa intensa, ahí reside su encanto. Las mecánicas intentan seguir el hilo narrativo, aunque –a veces– sin mucho éxito. Suelen ser bastante sencillas pero limpias, eso es destacable. El espacio es clave en este tipo de entregas, y siendo muy puntuales, sí le falta un poco de dinamismo en ésto. Aunque, en general, la narrativa logra abrazarte y las mecánicas consiguen tensar la experiencia.
Fuente: Ravenscourt

Kona II: Brume – ¿Qué haremos nosotros?

Aquí comienza realmente el juego, seremos Carl Faubert, recién descansado y en busca de cumplir el objetivo, partiremos hacia la mansión de los Hamilton, en el camino descubriremos que las cosas no han cambiado realmente, los animales están de acecho, y al principio hallaremos a un sujeto totalmente congelado frente a la puerta de un vehículo. 

Un cadáver nos recibe a medio camino, de entre nuestras pertenencias, encontraremos un medidor Geiger, una tarjeta de acceso electrónico y un  pequeño mapa, con un “depósito” de equipo radiactivo marcado, así que decidiremos echar un vistazo, y aunque sería ideal, dado el hecho de que vas en busca de equipo de seguridad, solo tomaremos un saco de almacenamiento y dejaremos atrás el hazmat. 

Faubert no le tiene miedo a los agentes libres ni la apoptosis acelerada, y por esto mismo, volveremos al vehículo, el cual cubre el camino, y atravesaremos el interior para llegar al otro lado y para adentrarnos hacia donde el Geiger –que, cabe destacar, actúa más como una brújula de radiación que un medidor– señala la fuente radiactiva.

Kona II: Brume es una entrega que se vertebra en una narrativa intensa, ahí reside su encanto. Las mecánicas intentan seguir el hilo narrativo, aunque –a veces– sin mucho éxito. Suelen ser bastante sencillas pero limpias, eso es destacable. El espacio es clave en este tipo de entregas, y siendo muy puntuales, sí le falta un poco de dinamismo en ésto. Aunque, en general, la narrativa logra abrazarte y las mecánicas consiguen tensar la experiencia.
Fuente: Ravenscourt

Para nuestra sorpresa, el Geiger nos llevará directo a la mansión, donde descubriremos que no solo la propiedad fue vandalizada, sino que parece haber ocurrido un altercado, con varios rastros de sangre y forcejeo, y claras señales de que alguien intentaba escapar de la mansión, con maletas y todo.

Grandes preguntas emergen, ¿quién? ¿por qué? ¿cuándo? ¿qué sucederá cuando lo descubramos? 

La historia comienza de una manera suficientemente clara, con guiños, si bien no profundos, sí lo bastante motivadores para continuar. 

Acerca de las mecánicas del videojuego

Kona II: Brume es un juego de supervivencia, con mucha narrativa, varios aspectos de exploración, horror, y acertijos al estilo escape room (Silent Hill).

Los controles no son precisamente convencionales, debido al estilo “point n’ click” para interactuar con objetos, sin embargo, no resulta ser un gran problema, ya que son bastante intuitivos, y aunque puedes saltar, no es una mecánica importante, y es descartada rápidamente cuando ingresas a estructuras más altas. 

Los movimientos no se sienten pesados o difíciles de ejercer, pero tampoco tan rápidos como para parecer antinaturales. A fin de cuentas, Faubert es sólo un humano, y aunque no podemos decir lo mismo del bajo FOV, no es tan incómodo para un juego más centrado en exploración que acción.

Kona II: Brume es una entrega que se vertebra en una narrativa intensa, ahí reside su encanto. Las mecánicas intentan seguir el hilo narrativo, aunque –a veces– sin mucho éxito. Suelen ser bastante sencillas pero limpias, eso es destacable. El espacio es clave en este tipo de entregas, y siendo muy puntuales, sí le falta un poco de dinamismo en ésto. Aunque, en general, la narrativa logra abrazarte y las mecánicas consiguen tensar la experiencia.
Fuente: Ravenscourt

Las mecánicas son simples, los objetos con los que puedes interactuar resaltan cuando te acercas. Por supuesto, no al grado de que te lleve de la mano, sino en uno más orgánico, como mencioné anteriormente, intuitivo. Hay objetos que puedes recoger (llaves, munición, etc.), y otros que sólo observas o con los que interactúas de manera física (libros, notas, cajones, puertas…). 

En general deberás resolver acertijos y acomodar diferentes objetos para abrirte paso por el mundo helado de Kona II: Brume. Por ejemplo, encontraremos piedras extrañas que, gracias a los efectos de la radioactividad darán la impresión de un malviaje; también acomodaremos globos terráqueos y cosas de ese estilo.  

Algo bastante interesante de Kona II: Brume es que cuenta con un aspecto narrativo, del que puedes controlar qué tan frecuente es, desde el comienzo del juego, aunque cabe destacar que, si eliges “completamente narrado” no es tan invasivo como suena. Mientras que, si optas por la modalidad un poco más laxa, quizá sí resientas la falta de la narración como huecos a nivel ambiental (podrías percibir éstos como glitches). 

Kona II: Brume es una entrega que se vertebra en una narrativa intensa, ahí reside su encanto. Las mecánicas intentan seguir el hilo narrativo, aunque –a veces– sin mucho éxito. Suelen ser bastante sencillas pero limpias, eso es destacable. El espacio es clave en este tipo de entregas, y siendo muy puntuales, sí le falta un poco de dinamismo en ésto. Aunque, en general, la narrativa logra abrazarte y las mecánicas consiguen tensar la experiencia.
Fuente: Ravenscourt

Cabe destacar que incluso contamos con una cámara, aunque ésta no es muy memorable y la mayor parte del tiempo no sabrás ni a que debes tomar fotos. En general, podríamos mencionar que sí tiene detallitos así. 

Acerca del medidor Geiger discutido antes, este es una herramienta útil para encontrar tu objetivo, y para disparar escenas interactivas, en las que se mostrarán fragmentos crípticos de los sucesos que llevaron la mansión a su estado actual, así como el destino de los habitantes.

De esta manera, éste se vuelve muy importante tanto a nivel narrativo como mecánico. 

En general, podríamos decir que las mecánicas son sencillas y la narrativa es algo más densa y vertebra el videojuego

Kona II: Brume es una entrega que se vertebra en una narrativa intensa, ahí reside su encanto. Las mecánicas intentan seguir el hilo narrativo, aunque –a veces– sin mucho éxito. Suelen ser bastante sencillas pero limpias, eso es destacable. El espacio es clave en este tipo de entregas, y siendo muy puntuales, sí le falta un poco de dinamismo en ésto. Aunque, en general, la narrativa logra abrazarte y las mecánicas consiguen tensar la experiencia.
Fuente: Ravenscourt

Kona II: Brume – Una bruma intensa y de trazos detallados

Kona II: Brume es un juego suave a los ojos durante su primera parte, gráficamente es de buena calidad, la imagen es clara, a pesar de la bruma, es fácil moverse a través de las zonas abiertas, con efectos poco agresivos, de buen gusto, y texturas y modelos perfectamente acentuados entre sí, para un estilo artístico consistente durante todo el juego.

No podemos decir lo mismo acerca de los interiores, que aunque es de esperarse de un survival horror, son bastante oscuros, al grado de no poder vislumbrar ni a 2 cm de tu nariz en algunas áreas, y aunque cuentas con una linterna para esos momentos, bastantes veces es frustrante administrar el uso de la linterna durante los acertijos que requieren moverte por la enredada mansión rastreando objetos.

Además, pese a que los escenarios dan la impresión de ser diversos, rápidamente nos daremos cuenta de que son más bastante reciclados con algunas flexiones que, con el paso de la travesía serán más evidentes. 

Kona II: Brume es una entrega que se vertebra en una narrativa intensa, ahí reside su encanto. Las mecánicas intentan seguir el hilo narrativo, aunque –a veces– sin mucho éxito. Suelen ser bastante sencillas pero limpias, eso es destacable. El espacio es clave en este tipo de entregas, y siendo muy puntuales, sí le falta un poco de dinamismo en ésto. Aunque, en general, la narrativa logra abrazarte y las mecánicas consiguen tensar la experiencia.
Fuente: Ravenscourt

En cuanto a dirección de audio, las pistas son decentes, la calidad del audio es buena, y si bien fuera de eventos la introducción de la música de ambiente no es muy orgánica, al menos es fácil de escuchar, y no te hará querer ponerla en silencio.

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¿Deberías comprar Kona II: Brume?

Kona II: Brume ha sido una experiencia extraña de jugar, con momentos de intriga e intentos de deducción sobre la historia, algo de frustración al buscar algunos objetos, también está la aparente inutilidad de la cámara, que te deja pensando si olvidaste tomar alguna foto para que sucediera algo en especial, entre otros. No obstante, en general ha sido divertido, es tan cómodo jugarlo que invertí más tiempo del que esperaba, porque fluyó bastante rápido; y aunque  me perdí por un rato antes de poder avanzar la historia, el interés por la narrativa me mantuvo en pie.

A pesar de eso, si no eres fan del misterio y la exploración, recomendaría que te evites la frustración, ya que Kona II depende de estos dos aspectos en exceso.

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Jugamos Kona II: Brume con un código de PC proporcionado por un representante de Ravenscourt en nuestra región.