El remake de Rurouni Kenshin: Samurai X llegó en la temporada de verano de 2023, sin embargo, junto a la serie animada por OLM Studios, volvió a emerger el debate acerca de separar al autor de su obra, tras las noticias acerca de la conducta delictiva de Nobuhiro Watsuki.
Nobuhiro Watsuki es el mangaka de Rurouni Kenshin: Samurai X, cuya obra obtuvo una primera serialización en los años 90s y ahora estrena un remake completo del manga. Y, aunque su primera animación salió en varias tandas (más ovas), esta nueva entrega tendrá una adaptación completa corrida.
Sin embargo, el contexto se complicó después de que saliera a la luz el delito del autor. La comunidad comenzó un debate acerca del consumo de la obra, y debido a ello, quisiera comentar algunas cosas en qué pensar previo a decidir si ver la serie u optar por la abstención.
La cultura de la cancelación: hacia la apertura de un panorama más claro previo a cancelar Rurouni Kenshin: Samurai X
Ruroni Kenshin: Samurai X: un descarado caso de pedofilia
En 2017, Nobuhiro Watsuki fue arrestado por posesión de material pornográfico infantil. Después de que el caso se llevó a juicio, el autor de Ruroni Kenshin: Samurai X aceptó que el material le pertenecía e incluso declaró que se sentía atraído hacia las niñas de primaria y secundaria.
Parece que poseía más de 100 cintas. Así que, en otras palabras, sin eufemismos, el autor de Rurouni Kenshin aceptó ser un pedófilo “contemplativo”. Tras esto, pese a que la ley japonesa exige hasta un año de cárcel más el pago de 200,000 yenes en multas (alrededor 1780 USD), el mangaka únicamente pagó y salió.
Tras esto, el autor de Rurouni Kenshin: Samurai X fue suspendido en Shueisha (la editorial que publica su manga) por sólo medio año. Después, siguió con su labor habitual, no obstante, el laxo proceso tanto legal como social (y sus implicaciones económicas, debido a que la absolución de la editorial le permitió mantener su empleo) tras su delito, indignó a gran parte de la comunidad.
Actualmente, ante el estreno del remake de Rurouni Kenshin: Samurai X, el conflicto acerca de ver o no la nueva serie revive y aqueja a más de uno. Las dudas aumentan después de que Eiichiro Oda (One Piece), Hiroyuki Takei (Shaman King) y Masashi Kishimoto (Naruto) decidieran apoyar abiertamente a Nobuhiro Watsuki.
La pronunciación de los grandes mangakas de shonen es desalentadora.
Después de lo que parece una evasión legal de la sanción del sistema de justicia, los desconciertos emergieron rápidamente. La comunidad de fanáticos comenzó a debatir la ética y moralidad respecto a consumir o no el remake de Rurouni Kenshin: Samurai X, ya que tras la dinámica legal y el abrazo social que recibe el autor parece que queda en la comunidad pronunciarse al respecto. Debido a ello decidí dar un poco más de luz a la situación llena de detalles que a veces obviamos o decidimos ignorar.
El sistema y la justicia: crimen y castigo
Por momentos olvidamos que, la justicia que intentamos aplicar, de acuerdo a nuestra ideología individual, parte de un Estado que no logra asumir su papel al momento de regular las conductas delictivas.
Porque si hay algo de lo que somos conscientes en este caso particular es que el autor de Rurouni Kenshin: Samurai X es un consumidor activo de pornografía infantil y no sufrió las regulaciones establecidas de su sistema de justicia.
Ante un Estado que es incapaz de sostener sus propios constructos, la sociedad intenta regular, de acuerdo a las distintas posibilidades y papeles (en este caso, como consumidores del anime), las estructuras de justicia, llegando así a las nociones actuales del bien, la ética y la moral.
Si bien que tú y yo no veamos Rurouni Kenshin: Samurai X no implica arruinar a un pedófilo, sí supone nuestro papel activo en el funcionamiento del Estado, al que le exigimos regulaciones, del que nos responsabilizamos mientras desgastamos las primeras maneras de exigir justicia, entre otras cosas. Ante este panorama, una de las resistencias y acciones contra las injusticias actuales, es la cancelación de compañías, creadores y sus contenidos.
La cultura de cancelación
La cultura de la cancelación es uno de los temas más importantes del siglo XXI (especialmente porque se le tacha de intolerante y radical). Implica una especie de pensamientos que suelen acercarnos a un único camino ante los diferentes panoramas.
Por supuesto que prohibir cosas está “mal” debido a que nos lleva a pensar que una única ideología es la correcta, no obstante, cada situación debe considerarse en su contexto, porque tampoco es que los contenidos se limiten ingenuamente.
Es probable que el Estado capitalista nos empuje a tener la cancelación como única salida, ya que es un organismo que no logra mantener las regulaciones, ni remotamente, necesarias. Debido a esto, la comunidad reacciona burocráticamente, hasta que esto se vuelve imposible y se necesita una acción más clara y de un tinte directo más activo que suele percibirse agresivo.
Siempre salta la pregunta, ¿cómo saber cuando tienes la razón? Por supuesto que hay cosas inadmisibles para las que no podemos esperar a que el sistema se regule gradualmente, como en este tipo de casos muy particulares a los que podemos reaccionar casi de inmediato.
No obstante, la cultura de la cancelación es peligrosa desde la perspectiva del totalitarismo. Sin embargo, también debe precisarse que esta se utiliza después de que los medios de regulación previos fallan.
Cabe destacar que la cancelación es una decisión que enmarca varios aspectos. Por ejemplo, el no ver la serie de Rurouni Kenshin: Samurai X implica boicotear a un enorme equipo de trabajo que únicamente labora en Studio OLM, sin tener mayor injerencia.
Este artículo no te invita a cancelar Rurouni Kenshin: Samurai X, pero te incentiva a pensar en varios aspectos previo a decidir consumirlo.
¿Qué implica una obra?
Cuando la obra se publica deja de ser propiedad única del autor. Esta liberación conlleva un proceso de edición, corrección, impresión, traducción, animación (en este caso), entre muchísimas cosas más que, por supuesto, implican una gran parte de tareas en diferentes áreas laborales.
Llamar a un boicot ante la situación del remake de Rurouni Kenshin: Samurai X sugiere boicotear a su vez a innumerables personas de la industria. Esto, desde luego, es complicado para nosotros como consumidores.
Debido a esto, Rurouni Kenshin: Samurai X no puede verse en aislamiento, no pertenece únicamente a Nobuhiro Watsuki. No obstante, es un proyecto que la editorial y el estudio de animación decidieron apoyar, y es su responsabilidad antes que la nuestra.
Los alcances del autor sobre su obra: un vínculo indisoluble y su liberación
Rurouni Kenshin: Samurai X es un clásico manga de shonen. Si bien la obra pertenece al autor y suele proponer un proyecto ficcional, es innegable que nace de sus afinidades ideológicas. Y, la obra, en ocasiones, puede ser una especie de vehículo que apoye, denuncie o critique un tema.
No obstante, por supuesto, las regalías de su obra le siguen perteneciendo y se mantendrá así mientras se consuma Rurouni Kenshin: Samurai X. Aunque, desde luego, existen formas de ver la obra sin beneficiarlo con las regalías.
De esta forma, pese a que la obra está firmemente anclada a su autor, tampoco propone su ideología. Aunque, por supuesto que hallaremos vestigios ideológicos.
Pero, cabe destacar que el caso particular de Rurouni Kenshin: Samurai X se relaciona más con los beneficios económicos de la obra para el autor, debido a que el tópico de su narrativa dista de la problemática a nivel temático.
Por otro lado, es importante reconocer que en el momento en que un autor publica una obra, ésta pasa a ser legado del mundo y cada uno de nosotros decide qué hacer con ella, desde rechazarla hasta producir un remake.
El caso particular de Rurouni Kenshin: Samurai X la dimensión de las decisiones de Nobuhiro Watsuki
Nobuhiro Watsuki es un consumidor activo de pornografía infantil, y así como nosotros nos responsabilizamos de todo lo previo comentado en este artículo al consumir su obra, él también es responsable del contenido que consume y sus implicaciones.
La pornografía infantil es deplorable por mucho más de lo que podría exponer en el presente artículo, y pese a que únicamente sabemos que es consumidor, la industria que apoya con su demanda es terrible. La demanda supone más oferta. Así de simple. Él es parte de este sistema, así como el consumidor de Rurouni Kenshin: Samurai X exige con su consumo, más oferta de su capital creativo.
Por otro lado, nada nos asegura los límites de Nobuhiro Watsuki tras la relajada represalia. Sin embargo, por supuesto que él es un autor y su obra es un legado.
Parte de la comunidad reprocha las laxas sanciones ante su grave delito. Llegó el momento de que cada uno de nosotros piense qué hará al respecto. Espero que la información previa te permita ver un panorama más completo para tomar una decisión más consciente, en caso de que hubieras pasado por alto algún detalle de los expuestos.
Rurouni Kenshin: Samurai X es una obra clásica y por supuesto tiene muchos fanáticos que abrazan su regreso, sin embargo, existen quienes dudan acerca de apoyar al autor al consumir su obra. ¿Qué harás tú?
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Rurouni Kenshin: Samurai X: una decisión difícil y muy personal, ¿qué significa la obra para ti?
Cada una de las perspectivas de la comunidad es respetable, siempre y cuando dediquemos un tiempo real a pensar los vínculos de las obras y su consumo, a su vez, las implicaciones de sus autores. Porque el contenido no puede, ni debe ser consumido ingenuamente ante situaciones tan indignantes.
Si el sistema de justicia japonés, el gremio de importantes mangakas y el titán editorial Shueisha apoya a criminales que vulneran y violentan a parte de la sociedad, y además cancelan la ley, ¿tú también lo harás?
¿Este “genio creativo” vale el sufrimiento de las víctimas? ¿Le permitiremos y solicitaremos más producción al ver legalmente Rurouni Kenshin: Samurai X?
Entiendo que para mí puede ser un shonen del montón que puedo evitar ver, mientras que para otros, es un anime imperdible por la destreza de su narrativa, algunos más sostendrán un vínculo especial, que tiene que ver con recuerdos o implicaciones que Rurouni Kenshin: Samurai X tuvo en algún momento de sus vidas.
Desde esta noción, es importante remarcar que cada uno de nosotros lidiará con un proyecto diferente de Rurouni Kenshin: Samurai X, y cada quien tiene un orden de prioridades distinto para elegir ver -o no- la obra.
Porque a final de cuentas, todos podemos -o no- anteponer nuestra ideología antes de nuestra sensibilidad (si guardamos un vínculo profundo con la obra) o de nuestras meras ganas de entretenimiento.
No obstante, ciertamente creo que hay cosas que deberían ser intolerables para todos nosotros, en vista de que violentan en diferentes niveles a los demás. ¿Esta obra es más importante que la defensa de los derechos humanos básicos de los menores? Recuerda que los beneficios de esta obra nutrirán a Nobuhiro Watsuki.
Es una abominación que este tipo de situaciones se justifiquen en que es un contenido valioso para la cultura japonesa, se presenta como una creación importante porque nace de la sensibilidad artística. ¿Acaso es posible? Porque Rurouni Kenshin: Samurai X se mantiene tras impunidades de este tipo, ¿no es absurdo y cínico apelar al carácter sensible y artístico para defender el consumo de la obra?
Por mi parte, no veré Rurouni Kenshin: Samurai X, pero, claro está, cubrí este artículo que da cuenta de él.
Una pregunta antes de ver Rurouni Kenshin: Samurai X, ¿qué hacer ante el dolor de los demás?
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