Una vez más, parece que Pixar no tiene límite y pon en lo más alto posible a Toy Story
Creo que no soy el único que pensó en lo peor cuando escuchó que Pixar haría una cuarta entrega de Toy Story. ¿Por qué? Bueno, la tercera tuvo un cierre memorable y tal vez no tenía caso extender todavía más la historia de Woody, Buzz Lightyear y el resto de los juguetes.
¿Qué sucede con Toy Story 4? Bueno, tal vez suene aventurado, sin embargo, aprovecha todos los preceptos que tiene la franquicia, los respeta y todavía les saca un jugo a lo que parecía una fruta seca.
En otras palabras, no se había contado todo lo que debes saber sobre los juguetes que vimos a finales de noviembre del ya lejano 1995.
Permíteme contarte si vale la pena o no que vayas este fin de semana a ver Toy Story 4, película dirigida por Josh Coley; producida por Jonas Rivera y Mark Nielsen; con música de Randy Newman; y guion de Stephany Folsom y Andrew Staton.
Aprovechando las historias sin contar o huecos argumentales que se dejaron a propósito
Toy Story 4 no parece un simple producto al vapor que alguien se sacó de la manga nada más por qué sí. Desde el inicio de la película te das cuenta de que fue un proyecto perfectamente planeado el cual sirve para todavía desarrollar más lo que ofrecen los personajes de Pixar.
Ahora, tiene su chiste haber colocado las piezas en el lugar correcto para contar una historia coherente. Verás, está entrega de Toy Story presenta varios ángulos argumentales: el de Woody, Forky y Bo, quien tenía un rato de no aparecer en la franquicia y por una buena razón.
Cada uno cuenta con un desarrollo muy valioso; nuestro famoso vaquero está pasando una nueva etapa con una niña a la que quiere cuidar sin importar los retos enfrente; después tenemos a una cuchara/tenedor como los que te dan en las tiendas de conveniencia quien no entiende su identidad; y, al final, a un juguete que parecía olvidado y con una nueva forma de mirar al mundo.
El desarrollo de cada ángulo cuenta con un peso y valor impresionante. El trabajo de Stephany Folsom y Andrew Staton se ve que fue a conciencia para que la audiencia sintiera empatía de inmediato y viera más allá del escenario expuesto en las películas anteriores. Simplemente el cambio de dueño mueve por completo la vida de los memorables juguetes.
Ahora, así como están los protagonistas, debe haber un antagonista. Este puesto recae en el personaje Gabby Gabby quien recibe su voz de Christina Hendricks cuya actuación te hace sentir desesperanza en cada momento.
También contamos con dos actuaciones de reparto en Ducky y Bunny, los peluches que molestan a Buzz en los tráileres y cuya voz es aportada por Keegan-Michael Key y Jordan Peele. Si bien su adición al reparto parece forzada, resultan un dueto cómico que te hará reír durante un buen rato.
Chistes para todas las edades
Una de las cosas que más disfruté de Toy Story 4 fue la forma en que el humor se iba desenvolviendo. Es por todos conocido que Disney a veces fuerza los chistes con tal de mantener una buena vibra en la audiencia. A veces funciona como en Avengers: Endgame y en otras es insufrible, como es el caso de Thor: Ragnarok.
Aquí existe una buena cadencia entre cada chiste, a veces puede ser la típica comedia física o, en su defecto, también interviene una situación fuera de lugar por parte de un juguete que reacciona de un modo no muy inocente que digamos.
También la inocencia de los protagonistas sirve para poder reír con cierta ternura. Tantos momentos de presión por los que pasa la película, necesitan una eficiente válvula de escape.
Toy Story 4 te hará sentir mucho
Toy Story 4 llega a ser muy tensa. Incluso, si te pones exigente, la película podría llegar a perderte porque de verdad parece que todo es a la fuerza o un simple capricho narrativo que ya no es tolerable tanto por una audiencia adulta como por los más chicos de la casa.
La cuestión es que, con el desarrollo de la historia, se empieza a esclarecer la misión de cada uno de juguetes protagonistas de esta cuarta parte de Toy Story. Vas a entender sin problemas la psicología tanto de Woody como de Forky y esa clase de claridad de verdad es de aplaudir.
Por eso también la película llega a activar los sentimientos de la audiencia, justo como sucedió con Coco, donde parece que hay recursos muy baratos para hacerte llorar, sin embargo, sirven para que te sientas más humano y empatices con la situación.
Animación y música al más alto nivel
La verdad es que Pixar se está superando mucho en el apartado de la animación. Los juguetes lucen todavía mucho más vivos, la pelusa sale de la tela, incluso el algodón luce bárbaro. Todo está en un nivel que de verdad opaca a otras propuestas con CGI en el mercado.
Asimismo, la música cuenta con muy buenas canciones, desde el tradicional “Yo soy tu amigo fiel” hasta temas nuevos. A eso debemos añadir muchos temas instrumentales que no son nada pretenciosos y van perfectamente con el filme.
Con esto en mente…
¿Deberías ir a ver Toy Story 4 este fin de semana?
La respuesta es sí. No importa si vas con tus amigos de la oficina o escuela; los pequeños de la casa o tus papás, es tal vez la mejor película de la primera mitad de 2019 y tal vez la veamos nominada al Oscar en categorías ajenas a los apartados audiovisuales, es decir, irá por todas.