Una vez más vemos cómo una película de héroes intenta ser perfecta y se queda corta en un momento memorable
Desde el estreno de Iron Man hace diez años, las películas de Marvel Studios han hecho de todo para complacer a los fans; son graciosas, maduras y dramáticas. El problema es que no dejan de ser filmes de superhéroes que caen una y otra vez en el cliché. Sí, Avengers: Endgame la suma de todo lo que mencionamos y al mismo tiempo, el mismo tropiezo de siempre.
Quitando a Black Panther, todas las películas de Marvel Studios siguen una fórmula muy básica la cual otorga miles de millones de dólares en ganancias a Disney. Eso no es malo, cumple con el objetivo de entretener y aprovechar a unos personajes que también merecían brillar en el cine.
Ahora, Avengers, como franquicia, tiene la dura tarea de sellar una historia contada a través de un bloque de películas que conocemos como fases. Eso, por donde lo veamos, ya es tener un hándicap pues son filmes que se encasillan en cosas muy básicas: crossovers de ensueño, batallas memorables y momentos inolvidables.
Contar algo así en una película de poco más de dos horas es una proeza y tal vez la única ocasión donde sucede es en Avengers: Age of Ultron. ¿Por qué no pasa eso en Infinity War? Thanos cuenta con una gran narrativa, pero, su remate es demasiado predecible.
Los aciertos de Avengers: Endgame
Avengers: Endgame es algo más que el fanservice que esperas en una película de esta clase, aprovecha cada momento para funcionar como escaparate para los personajes de la Casa de las Ideas. Los hermanos Russo manejan a la perfección este apartado, tal como lo demostraron con las películas del Capitán América.
Ahora, lo importante de Avengers: Endgame es que la película sigue construyendo lazos entre los personajes y los fans. Sí, parece un objeto inverosímil, sin embargo, son pocos los productos que logran hacerlo a la perfección: The Dark Knight y The Dark Knight Rises lo logran y esta cuarta película de los Vengadores también.
Ese mismo lazo permite que a través de sus ojos, el espectador también sienta el dolor, la pérdida y el duelo de ya no tener a un ser querido. Sí, es un recuerdo narrativo básico, pero, con el debido tratamiento, provoca al consumidor de esta clase de cine.
El tono en general del filme, la manera en que se desarrolla, todo tiene absoluto cuidado, desde las cosas más tontas como el chiste que marca una pausa, hasta el inevitable caos de una sinfonía la cual está llegando a su clímax. Incluso, podría asegurar que los Russo se inspiran un poco en Inception de Christopher Nolan, especialmente en la forma que se van construyendo los hechos.
Los fallos de Avengers: Endgame
Avengers: Endgame se enfrenta a la dura tarea de culminar una historia que se viene desarrollando desde hace 10 años. Eso incluye cargar con todos los estigmas que conlleva ser una película de Marvel Studios porque, así como lo lees, quitando a Black Panther, todos los filmes de la Casa de las ideas bajo el cobijo de Disney, son mediocres.
No lo malentiendas, tiene su mérito administrar a tantos personajes, darles un espacio para brillar y desarrollarse, pero, contrario a los cómics, los momentos apresurados necesitaban más trabajo histriónico y los más inverosímiles, tuvieron demasiado tiempo.
A final de cuentas, a nivel narrativo, las pizas se van colocando solas, pero, hay momentos en que no embonan correctamente y solo te preguntas – ¿En qué momento llegaron a esto? ¿Cuál fue su móvil? – Ahí nos dimos cuenta de que emular las historietas jamás será posible, o al menos no lo han logrado en Marvel.
Esos 180 minutos debieron ser suficientes para dosificar perfectamente una historia memorable, pero, no lo logran, incluso parece que los Hermanos Russo se sienten obligados a colocar ciertos chistes como si se tratara de “Friends” en vez de algo memorable o realmente serio.
Parte del viaje es el final, a pesar de que no es perfecto
Avengers: Endgame es una pieza de cine el cual te va a entretener durante 180 minutos, incluso no vas a sentir la necesidad de ir al baño por el simple hecho de que el ritmo de la película se muy ágil y entretenido.
Lo malo, es que también cae en los típicos clichés que han acompañado al MCU desde Iron Man y no han dejado de reproducirse una y otra vez. La oportunidad de dar momentos para el luto, emoción y explosiones están presentes, simplemente la ejecución no es tan perfecta.
¿Vale la pena la desvelada? Por supuesto, especialmente si la vas a ver en una sala con pantalla Imax o, en su defecto, con un sonido de calidad Dolby Atmos. No tiene caso que visites una sala premium cuando la experiencia real de los Avengers está en el formato Imax.
No dejes de disfrutarla, valdrá cada minuto.