Cada vez que anuncian un nuevo videojuego, sobre todo con épicos videos, la comunidad gamer se llena de expectativa, misma que se va incrementando conforme se acerca la fecha de estreno.
En E3 2017 BioWare sorprendió a todos con el primer vistazo de Anthem, un título que parecía tomar elementos de Destiny para llevarlos a un escenario abierto en donde tomarías el control de una armadura al más puro estilo Iron Man.
Este juego se estrenaría originalmente en 2018, pero muy pronto se anunció que se retrasaría para brindarnos una mejor experiencia, lamentablemente, no lo hizo bien
La creación y el caos del himno
Anthem te sumerge en un extraño mundo inacabado que se rige por el himno, una misteriosa fuente de energía que es capaz de crear y darle forma al mundo, pero también de destruirlo y sumergirlo en el caos.
Tú eres un librancero, un piloto de élite encargado de controlar una poderosa Alabarda, con la cual la humanidad mantiene a raya a las temibles creaturas que amenazan la paz humana.
La historia te sitúa tiempo después de que la llamada Legión del Alba fundó los primeros asentamientos seguros para los humanos, así que tu misión será la de proteger a los tuyos de la naturaleza y de un poderoso enemigo que amenaza la paz.
Tu aventura comienza en el fuerte Tarsis, una pequeña ciudad en la cual encontrarás valiosos aliados que te guiarán en tus primeros pasos rumbo a esta aventura, y además te compartirán misiones con jugosas recompensas.
Una historia que no fluye bien
BioWare siempre se ha caracterizado por brindarnos historias profundas que te motivan a sumergirte en ellas, que te atrapan desde el primer instante y que constantemente te recompensan con sorpresas o nuevos datos, pero algo pasó en esta ocasión que no le permitió brillar como hubiéramos querido.
Anthem inicia de una forma espectacular sumergiéndote en una dura batalla que determina el futuro de nuestro personaje, el cual comenzará su verdadera aventura tiempo después de este acontecimiento.
Tus primeros minutos en el juego son el típico tutorial que te enseñará los aspectos más básicos de los controles, y además te brindará unas pequeñas oportunidades de personalizar a tu avatar. No te emociones, estas opciones sin mínimas.
Las primeras misiones se encargarán de presentarte al mundo y sus amenazas, guiándote a través de fragmentos del pasado; sin embargo, después de algunos encargos comenzarás a notar que el llamado “lore” del juego se cuenta de formas muy extrañas.
Olvidate de ver asombrosas cinemáticas, pues la mayor parte de los acontecimientos que precedieron a este lugar se contarán a través de textos e interacciones de los personajes, el problema es que a veces no tendrán sentido.
Estas charlas son tan random que muchas veces no se actualizan conforme a los acontecimientos de tus misiones, por esta razón algunas interacciones carecerán de sentido en más de una ocasión.
Lo que al inicio parece ser una prometedora historia muy pronto termina en una narrativa tediosa y en ocasiones hasta aburrida, muy lejana a lo que todos esperábamos de un título de semejante tamaño.
Como aguantar un estornudo, así se sienten las misiones
¿Alguna vez has sentido ganas de estornudar y justo cuando estás a punto de lograrlo este se escapa? Pues esta misma sensación fue la que tuve cuando alcancé un punto crucial en las misiones de Anthem.
Durante las primeras horas todo iba de maravilla, pues comenzaba a descubrir todo lo que este nuevo mundo tenía para ofrecer, lamentablemente, mientras más avanzaba las cosas empezaban a volverse repetitivas.
Lo primero que rompe completamente el ritmo del juego es que en medio de plena historia te obligan a comenzar una larga cadena de grindeo con el pretexto de acceder a unas tumbas legendarias.
En realidad estos encargos no son complicados, pero quiebran totalmente la concatenación de eventos, y lo peor de todo, es que hay varios que superar.
Decimos que es como aguantarse un estornudo porque te obliga a salir del formato de misiones para darte unas cuantas vueltas en el modo libre, muchas veces sin información suficiente como para saber cómo completarlos, así que esa euforia de salir a matar enemigos con tu Alabarda se corta de forma abrupta.
Otro punto desfavorable es la duración, ya que Anthem alcanza alrededor de las 15 horas de juego, por supuesto, sin contar el contenido posterior al final del mismo, pero de eso hablaremos más adelante.
Esta cifra parece muy pequeña si tomamos en cuenta que muchos títulos de nueva generación llegan a superar hasta las 30 horas.
Un mundo espectacular, a pesar del downgrade
Todos sabemos que rara ves los juegos en su versión final son tan perfectos como se ve en los trailers, y Anthem no es la excepción.
Aquellos gráficos espectaculares que vimos en E3 se esfumaron, pero no dejaron todo en ruinas, ya que sigue luciendo espectacular.
En cuanto te embarques en una nueva aventura con tu armadura te darás cuenta de que estás ante un mundo repleto de vegetación y asentamientos antiguos dignos de ser explorados, pues su construcción es impresionante.
Los efectos de iluminación y el manejo de las texturas son buenos y aprovechan las capacidades del soporte, asì que en más de una ocasión valdrá la pena detenerse a mirar.
El sonido también contribuye a construir un paisaje perfecto, pues tanto los disparos de tus armas como la propulsión de tu Alabarda te harán sentir emocionado. Solo evita subir mucho el volumen para que tus bocinas sigan intactas
El único defecto en este apartado es que el fuerte carece de ese bullicio característico que todo asentamiento poblado tiene, pues los efectos son nulos mientras caminas entre sus calles, lo que le resta algo de credibilidad.
Un buen gameplay con toques RPG
Manejar una Alabarda es un verdadero placer, y en cuanto entras en combate te das cuenta de que aniquilar hordas de enemigos es lo más divertido del mundo, al menos al principio.
En total hay cuatro clases diferentes, cada una con sus pros y contras que deberás entender para sacarles el mejor jugo, estas son: Comando, Tormenta, Interceptor y Coloso.
Si tuviéramos que compararlas con clases de otros RPG, diríamos que el Comando es el guerrero, el Tormenta el mago, el Interceptor el asesino y el Coloso el tanque.
Anthem supo adaptar a la perfección este estilo de juego, y para hacer notar tu progreso, conforme vayas subiendo de nivel adquirirás más equipo que te otorgará resistencia e incluso nuevas habilidades.
Esta opción te dará la oportunidad de distinguirte de otros compañeros con Alabardas similares, asi que más te vale ponerte de acuerdo con ellos para crear la sinergia perfecta.
Multijugador prometedor, pero incompleto.
Desde el inicio supimos que la verdadera fuerza de Anthem se encontraría en el apartado multijugador, y debemos decirte que es extremadamente divertido, pues la interacción entre alabardas de diferente tipo es vital para superar los desafíos más complejos, lamentablemente no funciona bien.
Cada misión a la que salgas te dará la opción de ir en solitario o acompañado de amigos e incluso de jugadores random, pero realmente no hay una justificación para optar por unirse a un equipo.
La mayoría de las veces te encontrarás con sujetos cuyo único objetivo es terminar lo más rápido posible, o al contrario, aquellos que pierden el tiempo explorando un inmenso mapa sin preocuparse por su misión.
El único momento en que se vuelve necesario hacer una party es al enfrentarse a los llamados ‘Strongholds’, los cuales valen la pena una vez que terminas la campaña principal, pero a lo largo de toda tu aventura puedes ir solo sin problema alguno.
Uno de los principales problemas que noté es que es un juego multijugador que no te permite comunicarte, pues no existe una ventana de chat, incluso en el área común, en donde solo puedes ver a otros sujetos pero no interactuar con ellos directamente.
Por el momento solo hay tres de estas “mazmorras”, cada una con su propia duración, y aquí hay otro punto negativo, ya que prácticamente te darán el mismo loot aunque hayas pasado mil años matando enemigos.
Tenemos esperanza de que esto mejore en las futuras actualizaciones, pero de momento no es satisfactorio.
De bugs y otros problemas
Todo juego tiene bugs, pero los de Anthem en realidad son un problema serio, ya que en varias ocasiones arruinaron completamente mi experiencia de juego.
Muchas veces me vi encerrado en rocas sin una razón aparente, caminando hacia atrás al más puro estilo de Michael Jackson e incluso sin la posibilidad de abrir cofres o tomar recursos del suelo. Aunque parecen problemas menores, lograron arruinar mi partida.
Los servidores son más estables, pero eso no es garantía de que permanecerás conectado todo el tiempo y de vez en cuando te quedarás sin conexión.
Una beta que debió esperar más para salir
Aunque puede sonar muy duro, Anthem se siente como una versión beta a la cual todavía queda mucho por corregir.
No te mentimos al decirte que la experiencia se siente incompleta, tanto a nivel narrativo como en el multijugador, al cual le hace falta un verdadero incentivo que te lleve a trabajar en equipo.
La variedad de enemigos es muy pequeña y pràcticamente conocerás a todos llegando a la mitad del juego, sin contar a los jefes de las mazmorras.
Desde mi punto de vista hay cosas que deben incluirse en actualziaciones posteriores, por ejemplo, un método más efectivo de comunicarse y coordinarse, una pantalla de stats que sea mucho más clara y un indicador de daño que sea más evidente, pues no es tan claro cuando empiezas a morir a menos que pegues los ojos a tu barra de salud.
En su estado actual Anthem se posiciona como una de las decepciones del 2019, pero creo que todavía tiene posibilidad de recomponer el camino si el equipo de BioWare atiende rápidamente los puntos débiles.
Ya veremos en unos meses si lo logran o si este título pasa a ser un triste recuerdo del gran juego que pudo ser.