A partir de este punto, Microsoft no tiene espacio para hacer cosas de este nivel
La verdad es que ya no sé cuánto tiempo tuvo que pasar para la llegada de Crackdown 3. Lo que sí me queda claro fue que tal vez no debí esperar mucho de un juego el cual pertenece a una franquicia divertida, pero, no exitosa, mucho menos emblemática de Xbox. La primera entrega fue muy entretenida, todo un logro para la época en que salió. Luego la secuela fue algo mediocre y esta tercera parte se quedó como algo del montón, así nada más. Incluso, será un mal recuerdo para los que lo compraron o pagaron Game Pass para jugarlo.
Los constantes retrasos debieron servir para apretar las tuercas de un juego que prometía mucho, desde el uso de la nube para mostrar cómo la destrucción puede ser divertida y espectacular hasta una premisa entretenida en todos los parámetros. Por desgracia, tuvimos un juego a media, el cual tal vez debió ser cancelado o puesto en manos de un estudio capaz de realizar bien la tarea, porque no puedes entregar un juego con la apariencia de un título de hace diez años.
Desde que Terry Crews te da la bienvenida sabes que algo va a salir mal
Sí, Crackdown 3 trae un discurso que te cautiva porque parece que todo será espectacular, incluso desde el primer minuto en que se va a desarrollar la acción, sin embargo, mete freno y te explica más o menos como vas a jugar. En esta entrega eres un miembro de The Agency que debe hacer justicia y acabar con los enemigos. Conforme tomas orbes te vuelves más poderoso y destruyes todo a tu pasó, sin embargo, debes tener cuidado, pues si te llevas civiles, tu cabeza puede tener precio.
A pesar de la pobre apariencia del juego, las mecánicas resultan divertidas, especialmente porque son simples y directas. El problema es que con el paso del tiempo te das cuenta de que no hay muchas variantes y solo te enfrentas a jefes genéricos que tienen una barra de salud mucho más grande que “malos” normales. En otras palabras, Crackdown 3 se siente pasado de moda, arcaico, como si ya lo hubieras jugado.
Repetitivo por todos lados
El inicio del juego representa toda la experiencia que te espera durante las siguientes horas. Sí, hay retos y metas por cumplir, pero las haces más por obligación que por convicción. Disparas aquí y allá, avanzas hacía ciertos objetivos, resuelves un puzzle más sencillo que la tabla de multiplicar del uno y sigues avanzando. Siendo un poco frio, creo que faltan cosas por hacer en la campaña de Crackdown 3. Faltó un poco más de ambición y ganas de sorprender un poco más al público.
Durante los primeros minutos de juego, sientes que los enemigos son variados, sin embargo, el paso del tiempo te contradice y te restriega en la cara la carencia de creatividad a la que vas a enfrentar, no importa si son francotiradores, vuelan o tienen escudos, todo se vuelve una maldita rutina la cual no tiene caso seguir experimentando. A final de cuentas, eres un héroe que conforme obtiene más orbes, más “roto” se pone, así que no es necesario armar una estrategia profunda de juego. Digamos que no debes preocuparte por tener un buen loadout o algo por el estilo, Crackdown 3 no es así de pretencioso. Ya, justo cuando estás en la parte final del juego es que obtienes cierto armamento el cual cambia la experiencia, pero, es demasiado tarde.
Aprovechando la nube para el multijugador
Las partidas multijugador son muy entretenidas, pero, feas como ver un auto por debajo. Hay muchas actividades por realizar en el apartado cooperativo, como por ejemplo tener carreras por los techos las cuales pueden sentirse algo competitivas. El problema, como lo mencioné antes, es que todo se vuelve muy repetitivo y no hay muchas cosas por realizar.
Ahora, Wrecking Zone se cuece aparte, ahí está la magia de los servidores Azure dedicados de los que tanto ha hablado Microsoft desde que se habló del desarrollo de Crackdown 3. Hay dos tipos de juego de cinco contra cinco: Agent Hunter, donde acabas con enemigos y juntas insignias para obtener una puntuación y Territories, donde capturas zonas y las defiendes. Una vez más, la experiencia que debió brillar por su propuesta, quedó corta.
¿Autoaim en el modo competitivo?
Okay, algo que sin lugar a duda está mal en un modo competitivo es que la mira sea automática. Eso vuelve a las partidas una tomada de pelo porque los disparos van como misiles teledirigidos. Cuando haces eso, el enemigo recibe una especie de alerta la cual sirve para escapar de la amenaza. Si mueres, es probable que te hayan disparado desde un ángulo del cual es imposible escapar.
Los disparos en los duelos de un jugador contra otro tienen el mismo efecto inútil, es como si se tratar de un duelo de disparos del lejano oeste. Ahora, lo vistoso dentro de Wrecking Zone es Destruction. Ahí si te quedas con el ojo cuadrado al ver como la destrucción se va mostrando frente a tus ojos. La verdad es que la nube hace un gran trabajo por brindar al jugador una experiencia muy digna la cual da mucho valor al juego.
Buen doblaje, ¿pero al final valió la pena?
Microsoft merece todo el amor del mundo por parte de todos los jugadores de Latinoamérica pues el está localizado para nuestra región. Eso hace que la experiencia no sea tan triste y monótona. La voz de Terry Crews es la misma que en las películas, y las actuaciones en general son bastante convincentes para que te sientas en un lugar familiar.
Por desgracia, la experiencia de juego de Crackdown 3 no es tan satisfactoria como desearía. Brincar en edificios, destruir todo a tu paso de un modo frenético sería genial, siempre y cuando la apariencia no fuera de un título de hace más de una década. Hizo falta un mejor desarrollo, uno que entregara los resultados que los dueños de un Xbox One merecen. Ojalá y el futuro sea prometedor con todos los estudios que ahora forman parte de Microsoft Studios.