BBC publica un interesante texto sobre cómo se trata a los adictos a los teléfonos, redes sociales y videojuegos.
Este 2018 la Organización Mundial de la Salud (O.M.S) incluyó a los videojuegos en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Con esto, el uso permanente y descontrolado de las consolas es considerado como una patología.
En ese sentido, se han escrito y se ha discutido al respecto, algunos creen que se trata de una verdadera exageración mientras otros le dan el justo valor de que los juegos de video pueden alterar la vida de las personas llevándolas a escenarios que rayan en lo enfermo.
Este día, la BBC News en su sección mundo publica un texto llamado “El centro de rehabilitación que trata la adicción a los videojuegos como si fuera a la cocaína”, en él, describe lo que 20 personas reunidas en este centro pasan todos los días en la búsqueda por dejar atrás sus comportamientos adictivos a tecnologías como teléfonos inteligentes, redes sociales y desde luego, videojuegos.
http://www.tierragamer.com/la-oms-declara-adiccion-a-los-videojuegos-como-un-trastorno-mental/
Yes We Can, centro de rehabilitación ubicado en Holanda, trata a personas con padecimientos compulsivos que se encuentran entre los 13 y los 25 años de edad.
El autor de la pieza periodística, Ben Bryant, escribe “Se puede decir que el programa de tratamiento en esta clínica va más allá: coloca a los videojuegos en condiciones de igualdad con el perjuicio que causan las drogas, el alcohol y los juegos de azar, y exige que quienes completen su programa de 10 semanas se abstengan de todos por el resto de sus vidas”.
¿De dónde viene Yes We Can?
El periodista, Ben Bryant, entrevistó al fundador de este centro, Jan Willem Poot, un holandés de 42 años de edad quien contó al entrevistador que el nombre lo retomó del lema de campaña que impulsó a Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos en 2009.
El fundador relata que abrió este centro especializado en 2010 porque vio que no existía a nivel tratamiento una clínica especializada en este trastorno.
Yes We Can acepta a gente de todo el mundo y su tratamiento en palabras de su fundador ha resultado exitoso.