En este episodio de un mundo enfermo y triste presentamos un curioso caso suscitado en los Estados Unidos
Un sujeto llamado Anthony Clark robó un auto en Oregón, Estados Unidos, el hurto sucedió enfrente de una estación de policías, justo cuando el vehículo estaba siendo recogido por una grúa, esto por supuesto desató una persecusión policiaca.
Durante dicha persecución el auto robado conducido por el ladrón hizo un concierto de imprudencias: se estrelló contra los guardarrailes de la carretera; manejó en sentido contrario, y para pararlo, una patrulla tuvo que estamparse de frente contra él. Al momento de escapar, el malandrín intentó pegar a uno de los policías y se fue corriendo hasta una comunidad cercana y allí intentó robar otro coche, acto que no logró consumar ya que fue arrestado.
Al momento de su detención Anthony declaró estar en estado inconveniente debido al ácido que había ingerido y que debido a esta sustancia él sentía que estaba en Grand Theft Auto. Sin duda este juego es conocido por ser uno de los más irreverentes y quizá este fan llevó su juego demasiado lejos. ¿No crees?