Por culpa de Fallout 76, ¿este año tendremos The Elder Scrolls VI?
Lo que debes saber...
Michael Pachter ha dicho barbaridades antes, pero esta es tal vez, hasta la fecha, la más grande de todas Cuando una compañía anuncia en E3 el nombre de un juego en forma de presentación de Power Point quiere decir que ni el proyecto está listo y que todavía falta mucho tiempo como para que el … Continued
Michael Pachter ha dicho barbaridades antes, pero esta es tal vez, hasta la fecha, la más grande de todas
Cuando una compañía anuncia en E3 el nombre de un juego en forma de presentación de Power Point quiere decir que ni el proyecto está listo y que todavía falta mucho tiempo como para que el mundo lo vea. Sí, así son las cosas, solo basta recordar el ejemplo del siguiente título de Metroid el cual no tiene ni ventana de salida, aunque, conociendo a Nintendo, mañana podría lanzarlo mientras lo anuncia en un Nintendo Direct. Con esto en mente, Michael Pachter acaba de revelar que The Elder Scrolls VI saldría en 2019.
“El fracaso de Fallout 76 hace que el éxito sea más esencial para Bethesda, y espero que aceleren el desarrollo de The Elder Scrolls VI“, dijo el analista Michael Pachter durante una entrevista con GamesIndustry.
Muchos consideran que volver “Online” a Fallout 76 fue la perdición, sin embargo, la razón principal ante el fracaso de este proyecto fue que el juego estaba mal hecho, apresurado y con muchos errores que daban una experiencia pobre. Deducir que se trataba del juego en línea es un precepto errado.
Por otro lado, Bethesda tiene otros proyectos más importantes encima, entre ellos, Doom Eternal. Si bien no es el mismo equipo el que trabaja en The Elder Scrolls VI, también un juego no debería tapar a otro.
A esto debemos añadir el anuncio de Starfield, otro juego que muchos jugadores están esperando desde hace mucho tiempo y que no debería frenarse más solo porque Fallout 76 no funcionó.
El problema real son los desarrollos apresurados
Como lo mencionamos en un artículo anterior que hablaba de los juegos incompletos, el problema de Fallout 76 no fue precisamente su idea, que era buena, fue la forma de su presentación, lo apresurado de su desarrollo y, por si eso fuera poco, la falta de autocrítica. Si el juego es malo, debe haber un momento para detenerse y plantear una nueva estrategia o ajustar las cosas.
Claro, en un año Fallout 76 podría mejorar y mucho, basta ver el ejemplo de No Man’s Sky, pero, en el papel, con todos los proyectos encima, no tiene caso siquiera pensar que Bethesda se puede dar el lujo de reparar un mal lanzamiento y luego todavía sacar The Elder Scrolls VI.