MUSO es una empresa que se especializa en medir la piratería a nivel mundial, así que, ahora que reveló los números de servicios de streaming del 2024, se evidenció que el anime despuntó. No es algo positivo, particularmente en vista de las afrentas a las que tiene que sobre ponerse la industria del entretenimiento en la actualidad. En la escala de diez series de MUSO, el anime ocupo ocho puestos y encabezó la lista, es un problema cada vez más grave.
Los anime más pirateados de 2024 son los siguientes:
- That Time I Got Reincarnated as a Slime (tercera temporada 3).
- My Hero Academia (séptima temporada).
- Mushoku Tensei: Jobless Reincarnation (segunda temporada).
- House of the Dragon (temporada dos).
- Dandadan (temporada uno).
- Tsukimichi: Moonlight Fantasy (temporada dos).
- The Boys Season (cuarta temporada).
- Solo Leveling (temporada uno).
- Tower of God (temporada dos).
- Blue Lock (temporada dos).
En otras palabras, sólo dos series son otro tipo de contenido (el 20 por ciento), los demás son anime, lo que significa que su consumo se mantiene y de hecho, se sobre pone a otro tipo de entrega en formato de animación.
Además, el informe detalló que, la piratería de manga tampoco se queda atrás. 16.5 mil millones de vistas se acumularon en el primer trimestre de 2024; esto implica que se elevó en más de un 20 por ciento en comparación del segundo y tercer trimestre del año, lo que indicó un consumo denso e inusual. Veamos qué sucede en este 2025.
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¿Qué está pasando en la industria del anime?
El 2024 fue un año llenos de conflictos para la industria del anime, que implicó desde el trabajo en los estudios de animación (diseños) hasta las traducciones y actores de voz de las diferentes series. Si bien, la exposición del anime es cada vez más intensa, la demanda pasa una gran factura, ya que, las ganancias del negocio recaen en los grandes corporativos, a costa del desgaste de los animadores y demás personal de creación. En otras palabras, no es tan “positivo”, ya que resulta una sobre explotación que está lejos de ser bien remunerada o incluso dignamente pagada.
En 2024, se expusieron distintos conflictos, tanto que, la ONU tuvo que realizar sus propias investigaciones, declarando que, los derechos humanos de los animadores estaban siendo pisoteados, tras ello, la organización hizo un llamado a las plataformas de Occidente, buscando que respeten los convenios y velen por los creadores que están siendo explotados en horarios laborales, salarios y seguros.
Cabe mencionar que, las cuestiones del labor en general son bastante precarias particularmente en Japón, China y Corea. Por lo que, tampoco se esperaba mayor resolución en la industria del entretenimiento, pese a ello, no deja de ser indignante.

A los conflictos de los animadores con los estudios, se añadió la cuestión de la traducción, ya que las grandes editoriales y plataformas de distribución de anime comenzaron a usar IA. Por su parte, los actores de voz también denunciaron abusos por parte de sus empresas. También se comenzaron a cerrar innumerables sitios de distribución de anime ilegal.
No obstante, no sólo las empresas ahogaron a sus empleados, la misma audiencia puso su granito de arena en la intensa situación; algunos animadores fueron acosados por sus trabajos (Jujutsu Kaisen, Blue Lock), aunque pronto se reconoció la saturación de labor que tenían y las indicaciones que acataban.
Por otro lado, algunos creadores de contenido japonés, de casas de animación independientes, pronostican que el boom del anime terminará de manera catastrófica, ya que, la sobreexplotación es terrible e insostenible a largo plazo. Sin embargo, en este momento, los diferentes empleados sufren la falta de derechos humanos y laborales.
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