Naruto es uno de los shonen por excelencia, desde sus inicios nos brindó a un protagonista destrozado, pero optimista en un mundo que quería hacerlo desaparecer. Una historia conmovedora con la que más de un otaku se identificó en sus épocas más oscuras. Masashi Kishimoto, su autor, después de varios shonen de la tradición, consiguió la fórmula perfecta para el éxito, no obstante, le faltó una pieza: las mujeres.
Estamos a poco de celebrar el aniversario del anime de Naruto, cuya producción estuvo a cargo de Studio Pierrot, y cuyo éxito se mantiene. Ascendió con el principio de Naruto Shippuden y colapsó a nivel narrativo con Boruto.
Sin embargo, es uno de los shonen más populares y una de las sagas de ninjas más importantes, eso es innegable. Bueno o malo (en cuestión narrativa apelando a la originalidad, la estructura correlativa, entre otros aspectos básicos), la obra de manga de Masashi Kishimoto logró posicionarse y fue capaz de potenciar más la imagen de los shonen. Actualmente, Naruto supone un antes y un después del género, sin embargo, ello no implica, por supuesto, que sea una estrella sin oscuridad.
La representación de las mujeres en Naruto
¿Qué hay de los personajes femeninos en Naruto? Masashi Kishimoto da poca luz a ello y cuando lo intenta, fracasa completamente, ya que si bien, por un lado sus personajes masculinos tienen un alma vigorosa, un ánimo definido y una carácter particular, además de, claro, su fuerza; sus personajes femeninos no son más que el incesante arquetipo milenario que reitera las figuras más huecas de las mujeres, por supuesto, vistas y creadas a partir de la visión patriarcal. Así que, si no ves nada de malo o algo a resaltar, probablemente se deba justamente a ello.
Masashi Kishimoto intenta incrustar a las ninjas en la medida de sus posibilidades. Propone un par de ejemplares mandatarias: Tsunade Senju como Hokage y Mei Terumi como Mizukage, asumiendo así dos de las cinco sillas de los kages. Además de, por supuesto, proponer a excelentes ninjas con técnicas muy interesantes como son Anko Mitarashi, Kurenai Yuhi y Temari de la aldea de la Arena.
Cabe destacar que Masashi Kishimoto merece un reconocimiento distintivo con estos personajes femeninos, ya que tienen un poco más de profundidad en comparación a los demás. Definitivamente poseen carácteres mucho más construidos pero pecan de silencio: uno de los problemas más frustrantes que enfrentan las mujeres. Estas chicas son puro silencio y no logran posicionarse en el mapa de ninjas, al menos no si existe la comparativa bastante contrastiva con Sakura y Hinata aunque, no obstante, ¿te has cuestionado por qué es que ellas sobresalen?
La respuesta es: por su relación con los hombres. A final de cuentas, están fuertemente ligadas a los protagonistas varones, y no es que sea malo, sino que, emerger por esa razón las hace depender de sus roles con respecto a sus compañeros, son las únicas mujeres que figuran realmente a nivel narrativo constante. Sin embargo, seriamente ¿se podría considerar que emergen por ellas? No son mujeres, sino únicamente compañeras de los hombres. Muy diferente al compañerismo protagónico que sostienen Sasuke y Naruto.
¿Ellas son las mujeres importantes en Naruto?
Hyuga Hinata
Hinata pertenece a uno de los más poderosos clanes de la aldea oculta de la hoja, sin embargo, es muy tímida y jamás logra expresarse durante la entrega original de Naruto.
Sin lograr socializar con su crush, se mantiene a la expectativa y a la espera de que ese tipo decida voltear a mirarla.
El amor es lindo, sí, ajá, pero, ¿han sufrido uno no correspondido y muy aferrado? Un sufrimiento constante y agotador al que Hinata está condenada. Bueno, sí, lo ama, lo que quieran, que se quede ahí milenios porque the heart wants what it wants. Lo acepto, no obstante, ¿cómo resultó?
Si bien su espera no es sofocante para Naruto, su romance (reconozco que al ser un shonen obviamente no dará gran espacio al espectro romántico) es limitado y realmente patético.
Se conforman mutuamente, él con ella y ella con el tipo de amor insípido y poco correspondido que Naruto le puede dar. Posteriormente construyen la relación, base de la que emerge Boruto e Himawari.
Este vínculo parece un constructo político del siglo XXI y aunque la politización, capitalización y burocratización del amor se desarrollan actualmente, no estamos listos para esa conversación girando en torno a Naruto, que tampoco llega a estas grandes ligas de posturas ideológicas.
Hinata Hyuga es una mujer que cumple el arquetipo de la damisela tímida que ama en silencio y que admira (sin mucha justificación inicial) a su objeto de amor, pese a tener mucho talento, además de fuertes influencias políticas, será la esposa de Naruto, y se extinguirá como mujer, si es que en algún momento figuró realmente como tal.
Posteriormente, incluso sus hijos devorarán su imagen; y Boruto será quien ocupe la nueva posición protagónica en la secuela.
Esposa, madre, ninja, en ese orden.
Haruno Sakura
Un par de amigas cercanas: Yamanaka Ino y Sakura Haruno tienen un vínculo cálido hasta que ambas se enamoran del mismo chico. Sí, mujeres peleando por un hombre, ¡clásico!
Sasuke Uchiha es quien “recibe” su amor, aunque por cierto, es indiferente ante ambas. Sin embargo, pese a esto, ellas resuelven que este hecho es inadmisible y se convierten en rivales iracundas que pelearán por obtener su amor.
A lo largo de la entrega parece que Sasuke podría desarrollar ciertos sentimientos por Sakura, sin embargo, el trayecto de ello es escabroso.
La chica parecerá realizar plegaria tras plegaria y soportará los maltratos de un joven deprimido, inflexible y egoísta, y pese a todo ello quedará como la mujer iracunda y violenta, de un carácter gritón y algo insoportable.
Sakura es de los personajes más odiados de Naruto.
Hacia el final de la primera entrega de Naruto, ella será un bastión sanador del dúo protagónico. Por supuesto, Sakura tiene fuerza descomunal y habilidades sanadoras espectaculares.
Sakura es el accesorio del supuesto trío protagónico.
Konan
Konan tenía una técnica muy interesante y sólo la vimos en acción un par de veces, lo cual fue muy lamentable.
Konan creció con Yahiko y Nagato, después de la muerte de Yahiko, se mantuvo junto a Nagato hasta el final, incluso apoyando sus ideas más descabelladas que consiguieron la cabeza de Jiraiya, uno de los personajes más queridos de Naruto.
Konan se convirtió en villana por las influencias y la necesidad de cuidar y mantener su vínculo con Nagato, quien cedió a un dolor insoportable (no lo juzgo, pero es claro que Konan podía haber tomado un camino distinto, ya que poseía un carácter y una perspectiva ideológica diferente).
Konan se subyuga a los deseos de Nagato. Nuevamente, las mujeres ceden ante las perspectivas masculinas en pos de mantenerse junto a las personas que aman, ya que ellos no cederán.
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Masashi Kishimoto y sus descuidos imperdonables
Las mujeres en Naruto son meros arquetipos clásicos que van desde las mujeres explosivas que se pelean por un interés romántico (Sakura e Ino), las silenciosas que únicamente esperan: “si eres lo suficientemente paciente, volverá, en algún momento verá todo lo que eres capaz de ofrecer” (Hinata), hasta las que renuncian a todo con tal de estar junto a las personas que aman (Konan).
Entonces, estas mujeres ¿son ninjas? (bueno, kunoichis). Las chicas están lejos de figurar por alma, ingenio, ánimo o carácter independiente.
¿Son realmente reconocidas? En ocasiones sí, y si se debe a su fortaleza, es una que siempre está vinculada a un hombre. Incluso la batalla más intensa de Hinata fue cuando enfrentó a Pain debido a su amor por Naruto.
No obstante, tanto Sakura como Hinata mantienen el clásico arquetipo de la damisela en peligro. Son incapaces de valerse por sí mismas, siempre lanzan un grito de socorro a Naruto. Esto es realmente reprochable, especialmente porque es una entrega shonen y ellas también, se supone, son ninjas.
Las mujeres en la obra de Masashi Kishimoto carecen de una construcción profunda, y si bien, es claro que no hay aliados en Naruto, es importante que como espectadores lo notemos. Las mujeres en el mundo ninja surgen únicamente como una especie de cuota, sin aportar nada a la trama.
Recordemos que Naruto cumple su vigésimo aniversario de lanzamiento el 3 de octubre de 2023 y a modo de apreciación de la obra se debe reconocer, tanto el auge que brindó al shonen, como sus puntos débiles, para el beneficio de las nuevas generaciones.
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